Para todos es “algo más”, para nosotros un estilo de vida. Una forma de cumplir sueños y olvidar problemas.
Si la gente supiera todo lo que nos ha ayudado a mejorar, lo que hemos disfrutado y aprendido jugando en equipo, no dirían “no sirve para nada”.
Empecé con 11 años en una escuelita, sin tener ni idea de lo que era un balón. Éramos un grupo de personas tanto chicos como chicas que no sabíamos, pero nos juntábamos un rato por las tardes y nos divertíamos jugando como niños.
Un día nos ofrecieron crear un grupo solo de chicas y empezar a competir, y ahí comenzó mi pasión por el baloncesto.
Ninguna nos conocíamos, pero teníamos en común el baloncesto. Al principio como a casi todos nos ha pasado cuando empiezas a hacer un deporte nuevo, perdimos todos los partidos, y no de poco.
Pasamos esa temporada perdiendo todo, pero conociendo y disfrutando de un deporte que termino siendo nuestra pasión.
Pasado 2 años, seguíamos jugando, por fin ganábamos algo, aunque no mucho, pero nos hicimos grandes amigas. Y finalmente la temporada 18/19 conseguimos quedar cuartas de Madrid.
A día de hoy, sigo jugando, aunque en diferente equipo, pero gracias al baloncesto he conocido grandes personas, y conseguido grandes sueños, de los cuales todavía quedan por cumplir.
Es muy difícil explicar qué se siente al coger una pelota, o al escuchar el sonido de un balón entrando por la red.
Al principio me tomaba el baloncesto como un simple pasatiempo, para pasar la tarde y hacer algo de ejercicio. Perder un partido era algo sin importancia, pero conforme pasa el tiempo, una derrota te hace comerte la cabeza después del partido. Piensas en todos los errores cometidos y en cómo mejorarlos, porque el próximo fin de semana te toca enfrentarte a un rival distinto del cual no conoces como juega.
Son muchos años jugando, entrenando, llegando a cada entreno con la misma ilusión que desde el primer día, con ganas de superarte en cada entreno...
Con los años empiezas a darte cuenta de todo lo que te ha ayudado el baloncesto para mejorar como persona y como jugador. No hay nada como jugar en equipo, ya sea dentro o fuera de las pistas. Es increíble ver cómo un deporte une a tantas personas, de todas las edades y culturas.
Gracias al baloncesto he vivido momentos únicos y he conocido a gente extraordinaria.
A.R.